lunes, 21 de enero de 2008

GANARSE EL CORAZON LA MEJOR ESTRATEGIA


Atrás han quedado las épocas de la agresividad de los Gerentes, (Tiburones, Barracudas, Pirañas). Ahora los que mandan la parada son las personas apreciadas. Cada cual debe tratar de desarrollar unas fortalezas particulares que lo hagan atractivo para los clientes y colegas. Es clave desarrollar una gran red de amistades, contactos y apoyos que dentro y fuera de la organización sirvan de multiplicador y acelerador de los esfuerzos individuales. Es importante no sólo lo que los demás piensen de uno, sino también lo que sientan por uno. Porque la realidad es que la gente le gusta trabajar con las personas que estiman y no necesariamente con los que más saben.

Uno debe manejar su imagen coma la de un producto o de un servicio. Sino de se desarrolla bien esa marca se corre el riesgo de ser uno más del montón. La tensión de los demás que es, un bien muy escaso, es más fácil de conseguir si uno es percibido de alguien que quiere ayudar sin pasar una cuenta de cobro inmediata y concreta por los favores prestados. Para el buen mercadeo de un producto o servicio, no es sino brindarle una buena experiencia al cliente. Porque es muy difícil cautivar a un consumidor potencial con sólo porcentajes publicitarios porque cada individuo está expuesto a más de 3.000 mensajes publicitarios por día.

Lo más importante que se puede lograr en una relación, es la confianza de los demás. Porque con ese activo se partirá de la base de que los argumentos son correctos, que las recomendaciones son sólidas y que las propuestas son justas.

Compartir con generosidad todos los conocimientos propios, es una forma eficaz de ganarse el afecto de los demás. Se equivocan los que creen que reservarse la información es una manera de volverse único e indispensable.

Escuche con mucha atención cuando las personas con las que interactúa usan las siguientes expresiones: Yo deseo, necesito, aspiro. Porque son oportunidades para establecer conexiones valiosas- uno puede convertirse en proveedor de respuesta a esos intereses prioritarios.

Que la gente quiera trabajar con uno es a la larga más importante que la jerarquía, el poder, la antigüedad o el dominio de determinados asuntos. Recuerde que estar siempre comprometido es muy distinto a estar involucrado. El compromiso es vital a la hora de generar respecto y aprecio. La mera participación no despierta la misma admiración. Tenemos como ejemplo en este punto, el siguiente ejemplo. En unos huevos con jamón, la gallina estuvo involucrada, el cerdo comprometido.

Se puede lograr más en los próximos dos meses, interesándose sinceramente en dos personas claves, que tratando en los siguientes dos años que esas personas claves se interesen en uno.

* Tomado del libro de Sanders

OBERT ALEJANDRO ORTIZ RODRIGUEZ
Conferencista

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