LA ADVERSIDAD COMO PUNTO DE PARTIDA PARA LOGRAR EL ÉXITO·
La crisis, fracasos, reveces, derrotas y dificultades se convierten en un túnel profundo, oscuro y sin salida para muchas personas que no logramos superar rápidamente estas adversidades de nuestra existencia como seres humanos en esta sociedad cambiante. Es aquí donde cualquier destello de luz por tenue que se presente, es una posibilidad de esperanza más que una realidad para quiénes nos encontramos atrapados momentáneamente en esta oscuridad.
Frente a la anterior realidad, tenemos dos alternativas: la primera, que consiste en quedarnos inmóviles en los cimientos de este túnel, con lamentos o culpándonos así mismo o a los demás por lo sucedido, conservando una leve esperanza de que alguien por arte de magia nos ayude a salir de él. La segunda opción es, intentar por todos los medios la búsqueda de esa ventana o puerta de salida utilizando los conocimientos, habilidades, experiencia, actitud y coraje que cada uno tenemos para no quedarnos atrapados en esta situación.
Los conocimientos se adquieren a lo largo de los años, las habilidades se ejercitan con la práctica, la experiencia nos vuelve maestros, la actitud hace la gran diferencia al proporcionarnos la capacidad para cumplir con positivismo y pasión los propósitos y, el coraje para enfrentar cualquier obstáculo y reto que se presente. Estos aspectos son reconocidos por personas que han logrado triunfar, pero que además le han sumado disciplina, persistencia, perseverancia y resistencia al proceso de superación de cualquier hecho adverso.
Si elegimos la segunda alternativa, se debe retomar el proyecto de vida desde cero, es decir, requiere emprender una nueva idea o modificar la existente, concebirla, crearla para posteriormente lograr su desarrollo y expansión. Esto exige: un sueño, visión, convicción, empuje, capacidad para reinventarse todo el tiempo y liderazgo para mantener vivo el empeño en medio de las vicisitudes que acaba de superar y que aún se le presentarán en el camino.
El rol protagónico y real de quien alcanza su objetivo, se nutre de su capacidad de adaptación permanente al cambio, de su agilidad para reaccionar y seguir adelante abriendo caminos y opciones para llegar a la meta llenos de fuerza y/o energía y respaldados por valores fuertemente arraigados que permitan hacer posible ese sueño. Entonces, la capacidad para convertir las ideas en desafíos, los desafíos en verdaderas oportunidades personales y profesionales, las oportunidades en hilos conductores que aporten a quienes han creído en el proceso emprendedor; implica ser atrevidos y arriesgados creyendo firmemente que lo lograremos sin dar cabida a la duda pero sí al máximo esfuerzo posible.
Con lo anterior aparece el liderazgo traducido en la transparencia, la recursividad y la capacidad para mantener el ánimo y el aporte de quienes nos acompañan en cualquier circunstancia. Tener la capacidad excepcional de ver donde otros no ven, saber escuchar y leer las señales del entorno, conversar y transmitir mensajes a los seguidores que le dan sentido y forma al sueño emprendido.
Tenemos que ser los mejores en lo que nuestro sueño sea ser el mejor acompañados por un mentor, rodeado de buenos amigos que compartan con sinceridad los objetivos de nuestra vida y deshacernos de las personas negativas, puesto que debemos cuidarnos hasta de nuestra compañera o esposa quien debe ser no sólo nuestra fans número uno, sino que tiene que compartir nuestros valores para evitar una catástrofe sin antecedentes en lo propuesto.
El éxito lo alcanzamos cuando seamos capaces de resolver nuestros propios problemas, pues la mayoría de la personas no saben solucionarlos, lo que significa que tampoco aprovechará las oportunidades que se le presenten porque también las evadirá.
En consecuencia, amemos lo que hacemos para no ser unos verdaderos desocupados y fracasados y asumir los reveces como enseñanza y punto de partida para el triunfo o éxito que nos está esperando de acuerdo al camino que seleccionamos. La familia, región, Colombia y la sociedad nos necesita como emprendedores y líderes veloces, más no lentos.
·OBERT ALEJANDRO ORTIZ RODRIGUEZ
Docente Universitario
Conferencista (www.obalor.blogspot.com)
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